Las autoridades del FMI opinaron que en caso de que la crisis en Grecia afecte de forma seria la situación de los Bancos españoles, por carácter transitivo podría sentirse el impacto sobre el andamiaje financiero de Latinoamérica, aunque la posibilidad de que esto ocurra fue literalmente calificada de “remota”.
Nicolás Eyzaguirre, el responsable del Fondo Monetario Internacional para la región latinoamericana, aseguró que la tenencia de bonos soberanos de Grecia o de otros países del sur de Europa por parte de los Bancos latinoamericanos es mínima, por lo que no habría que preocuparse por sufrir esa clase de contagio.
Pero continuando con el análisis de la situación, Eyzaguirre sugirió qué podría suceder si los problemas con la deuda soberana en el sur de Europa aumentan sus diferenciales y eso comienza a ejercer presión en aquellos Bancos que tienen una importante presencia en América Latina. Allí se produciría un grave problema, que nadie puede asegurar que no vaya a suceder, aunque las probabilidades son realmente escasas.
De cualquier forma, insistió en que en estos momentos los Bancos españoles, que tienen una presencia muy importante en la mayoría de las naciones latinoamericanas, están “muy bien gestionados” y tienen su propia base de capitales en la región, la que en la actualidad resulta suficiente como para hacer frente a cualquier “desastre financiero” que se produzca nuevamente en la Eurozona.
Estos Bancos se autofinancian perfectamente con los depósitos domésticos y su nivel de rentabilidad es más que aceptable. O sea que es improbable que las instituciones bancarias españolas con fuerte presencia en Latinoamérica, caso Santander o BBVA tengan problemas de fondo porque muestran una solidez muy grande, declaró el directivo del FMI.
Frente a la actual situación, el FMI no cree que en la región latinoamericana pueda darse un panorama de escasez de crédito, aunque admitió que hubo un cierto impacto al principio de la crisis griega sobre los diferenciales de la deuda latinoamericana.
Pero ahora estos diferenciales cayeron a niveles muy bajos por lo que hasta ahora hay un desacople importante entre los mercados latinoamericanos y los del Sur de Europa.