La situación actual de Aerolíneas Argentinas, nuevamente la Aerolínea de bandera de la República Argentina, es más que preocupante.
En el mes de Julio de este año Aerolíneas Argentinas perdió algo más de 78 millones de dólares, justo en el mes en que se cumplió 1 año desde la re-estatización de la misma en reemplazo de su anterior dueño, el grupo español Marsans.
Esta cifra sale de datos provisionales que dio a conocer la compañía y que todavía podrían ajustarse algo, seguramente a la baja.
Esta pérdida se suma a los 290 millones de dólares de déficit que lleva acumulada la compañía en el primer semestre del 2.009, como consecuencia de un conjunto de factores entre los que figuran la crisis global, la pandemia de gripe A que contrajo mucho el turismo desde el exterior y seguramente las fallas en la administración de las nuevas autoridades asignadas en sus puestos por el Estado Argentino.
La oposición parlamentaria critica duramente al gobierno de Cristina Fernández por el manejo de Aerolíneas, ya que al nacionalizarla nuevamente de forma poco ortodoxa genera constantes pérdidas y afronta además una demanda de Marsans ante el tribunal arbitral del Banco Mundial.
Tratando de explicar lo inexplicable, las autoridades de Aerolíneas indicaron que “el déficit no se incrementó por un aumento en los costos, sino por una gran caída en los ingresos”, lo que para el pueblo argentino es poco consuelo, ya que debe continuar sosteniendo con sus impuestos a una aerolínea que no consigue levantar vuelo, más allá del origen del pésimo momento por el que atraviesa la compañía.
Se siguen manteniendo destinos nacionales no rentables a localidades donde la densidad poblacional no justifica la necesidad de establecer contacto aéreo con la Capital Federal de la República, mientras que otros destinos de gran demanda, como Rosario o Córdoba, muestran una frecuencia semanal de vuelos casi deplorable.
Todos en el Gobierno tratan de convencer a la población de que el déficit proviene de la mala administración anterior, para beneficio sólo de unos pocos empresarios ( el Grupo Marsans), y no de la actual gestión que hace lo posible por salir del pozo en el que se encuentra Aerolíneas.
Esto es cierto en parte, pues si bien hay suficientes indicios de que el grupo español intentó provocar un vaciamiento de Aerolíneas, no es menos cierto que las autoridades actuales son totalmente ineficaces a la hora de buscar soluciones para un problema del cual la principal víctima es la población argentina.