Hay por estos días en España mucha tensión entre el Ministerio de Economía y las Cajas de Ahorro, o más precisamente algunos Bancos que provienen de estas Cajas.
Y es que estos Bancos están convencidos de que el ministro Luis de Guindos recela de ellos sin ninguna razón. Lo cierto es que el Ministerio está vigilando de cerca la presentación de los resultados del año pasado de estos Bancos para constatar que se está cumpliendo con la normativa contable vigente.
Se está controlando que las provisiones y el capital extra que se derivó del decreto de la reforma financiera sean cargados contra resultados y no contra patrimonio, como al parecer muchos Bancos pretenden hacer.
En este aspecto la única excepción va a ser para aquellas entidades que hayan comenzado una fusión con posterioridad al 1º de setiembre del 2.012, y en cuyo caso tendrán dos años de plazo para llevar adelante el “saneamiento antiladrillo”.
Este último es el caso del Popular y del Banco Pastor, como también la fusión que llevaron adelante Sabadell y CAM. Este último caso en particular figura en el proyecto de la nueva circular contable del Banco de España.
Se recordó a través de un comunicado del ministerio de Economía que las entidades “no podrán realizar su saneamiento contra el patrimonio de las mismas”. Esta es una práctica común para evitar entrar en pérdidas y poder rechazar así cualquier intento de fusión y seguir en el ambiente en solitario.
Es conocido por todos los analistas el temor que hay en España a “tener pérdidas” que puedan llegar a dañar la reputación de la entidad en cuestión.
La principal polémica está centrada en un grupo de Cajas que por estas semanas están finalizando su proceso de fusión que comenzaron en el año 2.010. Se piensa que algunas podrían usar la argumentación legal de que la Ley les permite cargar hasta un año después de la fusión nuevos ajustes contra recursos propios. Y para evitar que esto ocurra, el Banco de España vigila individualmente cada uno de esos casos.
Como ejemplo está el hecho de que fuentes del BFA, matriz de Bankia, admitieron que elevaron el cargo contra patrimonio en el ejercicio 2.011, pero por reajustes posteriores a la fusión de diciembre del 2.010.