Después de la ruptura de lo que iba a ser el Banco Base y la retirada del mismo de Caja Mediterráneo, se han producido malestares en distintos frentes financieros de España, pensando en los efectos colaterales que esta situación podría acarrear.
La más rápida en reaccionar fue la propia CAM, que el miércoles de la semana pasada por la noche ya pidió ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Su presidente, Modesto Crespo, mantuvo hace apenas un par de días reuniones en el Banco de España para explicar a los directivos del ente emisor los motivos de la ruptura y los planes estratégicos de viabilidad a futuro de la entidad que preside.
Mientras tanto, los otros integrantes “sobrevivientes” del Banco Base, es decir Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria seguirán adelante con la fundación de un nuevo grupo financiero tras haberse roto la alianza con la CAM. No se cierran a la posibilidad de integrar nuevas instituciones al grupo para ganar en tamaño, pero al parecer eso es algo que por el momento no les quita el sueño.
En todo caso se abocarán a escuchar ofertas en caso de que éstas aparezcan. La unión actual tal como está no necesitaría recapitalizarse y entonces no habría necesidad de de solicitar capital público ni buscar nuevas alianzas.
Mientras tanto, el Banco de España sigue “sondeando” al Santander, al BBVA y a La Caixa acerca de su eventual interés por comprar la CAM. En principio sería el Santander el mejor posicionado, aunque también hay fuentes financieras confiables que aseguran que fue consultado de la misma forma el Banco Popular, que presentó un último balance de 130.000 millones de euros, y el Banco Sabadell (balance de 100.000 millones).
Sin embargo se especula que la CAM, con alrededor de 70.000 millones de euros en activos, podría ser demasiado grande y peligrosa para cualquiera de los dos.
Las entidades tienen hasta el 11 de abril para enviar al Banco de España sus planes de futuro. Allí se calculará su necesidad de capital principal y en caso de no cumplir los requisitos se les notificará el déficit.
Lo que sí parece seguro es que los posibles problemas de solvencia de la CAM van a obligar a las autoridades a tomar medidas en un plazo muy corto. No debe olvidarse que el Banco Base pidió casi 1.500 millones en mayo del año pasado, fundamentalmente para la CAM, los que nunca se entregaron porque estaban supeditados a un acuerdo final que no llegó.