Hace unos días se realizó en México la reunión del Consejo de Administración del BBVA, y en esa reunión se tomó la decisión de subir la remuneración a sus accionistas.
El Consejo decidió elevar la cantidad del primer dividendo a cuenta del presente ejercicio un 11% para llegar a los 10 céntimos por acción nominal, frente a los nueve céntimos que se había a esos mismos accionistas en igual período del año anterior.
Por otro lado, y en orden de poder hacer frente de forma anticipada a los cambios regulatorios que se incluyen en la declaratoria Basilea III, el Consejo también decidió convertir anticipadamente la emisión del año 2.009 de bonos subordinados convertibles de manera obligatoria en acciones, lo que ya fue distribuida entre los clientes del Banco.
Para poder llevar a cabo esta decisión, el Banco va a emitir acciones por un valor total de 2.000 millones de euros. Estos bonos convertibles que tienen en su poder los clientes del BBVA tienen un diseño tal que protege los intereses patrimoniales de sus tenedores porque se convierten en acciones a precio de mercado.
Todas estas decisiones tomadas por la cúpula del BBVA manifiestan el compromiso irrevocable del grupo de proteger la remuneración al accionista.
Esta reunión, que como dijimos tuvo lugar en la capital mexicana, decidió también abonar el primer dividendo a cuenta del ejercicio anual el próximo 8 de julio, lo cual adelanta varios días con respecto a la fecha en que se abonó durante el 2.010.
A la luz de los cambios regulatorios propuestos por Basilea III, los que todavía no habían sido definidos cuando se emitieron los bonos, y que implican que como máximo en enero del 2.013 esos bonos dejarán de computar como core capital, aceleró la decisión del Consejo de Administración en un gran esfuerzo de anticipación con respecto a lo pactado inicialmente.
La emisión de deuda convertible vence en octubre del año 2.014, y el BBVA ha optado por ejercer dicha opción el próximo 15 de julio, fecha que coincide con el pago del cupón correspondiente a ese período.
Ese día se procederá a calcular cuántas acciones se corresponden por cada bono al dividir el precio nominal del mismo por el precio de conversión de esa fecha. Los cálculos que se realizan a la fecha demuestran que hasta el momento la rentabilidad hace que la conversión no solamente protege la inversión inicial de los bonistas sino que incluso mejora su rentabilidad.