El caso Rodrigo Rato sacudió al ambiente económico mundial

rato  ppDurante la semana, el caso Rodrigo Rato llamó la atención de la mayoría de las personas ligadas al ambiente económico de España y el Mundo.
El ex director del FMI presentó en 2013 una declaración tributaria sobre bienes y derechos en el extranjero, el modelo 720, para cumplir con la nueva normativa de la Agencia Tributaria. Vale aclarar que esta es una declaraciíon informativa, no tributaria, en la que el contribuyente comunica a Hacienda todos los bienes (cuentas, inmuebles, participaciones…) a su nombre o al de sus empresas que estén depositados en el extranjero.

Este modelo no está para nada relacionado con la amnistía fiscal que puso en marcha el Gobierno en 2012, mediante la cual el contribuyente regularizaba capitales ocultos pagando un diez por ciento. Rato también se había acogido a esta medida, pero, según apuntó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la investigación está más vinculada a la declaración informativa de bienes fuera de España que a la regularización fiscal.

Rato fue detenido el pasado jueves por supuestos delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento, reconoció bienes en el extranjero en abril de 2013. Todo esto a causa de que técnicos de Hacienda examinaron el modelo 720 presentado y comprobaron que había indicios de blanqueo de capitales y otros delitos económicos.

Fue durante poco más de un año que Hacienda investigó a Rato, hasta que la pasada semana se decidió a concurrir a la Fiscalía de Madrid para solicitar el registro de la vivienda del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional.

Desde el 30 de enero del 2013, todos los contribuyentes están obligados a declarar bienes en el extranjero. No hacerlo está castigado con una sanción de hasta el 150 por ciento de los bienes descubiertos en el extranjero (el contribuyente lo pierde todo y paga otro 50 por ciento) y, además, una multa de 5.000 euros por cada dato o conjunto de datos no declarado.

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