Los dos últimos días de la semana que termina tuvieron una particularidad en los mercados europeos que lamentablemente por estas épocas no es moneda corriente: los mercados se mostraron estables después del descalabro que produjeron las agencias de calificación de riesgo (Léase S&P) y del “ataque” de los inversores primero contra Grecia y Portugal y posteriormente contra España.
Grecia, el país que se encuentra en una posición más comprometida de los tres, está negociando a toda máquina con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional un plan de rescate todavía mayor al que fue consensuado hace unas pocas semanas atrás. Ahora la cifra que está sobre la mesa es de 135.000 millones de euros.
Pero parece ser que el primer paso se ha dado y finalmente hoy domingo a las 16.00 hora peninsular se reunirá en Bruselas el Eurogrupo, es decir los ministros de economía y Finanzas de la UE, de acuerdo a los dichos del ministro del ministro de relaciones francés, en un intento definitivo de dar el visto bueno por unanimidad a los créditos que se vienen analizando en el plan de ayuda a los griegos.
Obviamente entre los presentes a la reunión estará la española Elena Salgado, según confirmó un portavoz del presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Todos los ministros firmarán un acuerdo que deberá ser refrendado por los presidentes y jefes de gobierno de los distintos países, de forma tal que se pueda empezar a girar dinero al gobierno de Grecia.
Por su lado, el primer ministro helénico, Yorgos Papandreu, ya afirmó que en estos momentos lo que tiene prioridad número uno es “la supervivencia de la nación”, por lo que las medidas económicas que se han de adoptar con carácter de urgentes estarán dirigidas “a la protección del país, a la conservación de su destino y a lograr que la nación pueda mantenerse de pie”.
Por supuesto que como suele ocurrir en estos casos no se privó de culpar a los gobiernos anteriores de que Grecia se encuentre hoy en esta dramática situación presupuestaria.
Según sus propias palabras “no es nuestra responsabilidad, la de este gobierno, que estemos bajo supervisión extranjera”.
Mientras todo esto ocurre, en el mercado de bonos los títulos de la deuda griega caían el viernes a las cuatro de la tarde nueve puntos básicos, con lo que la rentabilidad del bono helénico a diez años caía por primera vez desde el lunes por debajo del 9%, todo un síntoma de lo que piensan los operadores y los entendidos sobre la situación planteada.