Rafael Ramírez, el Presidente de Petróleos de Venezuela, el principal consorcio estatal de de la República Bolivariana de Venezuela, anunció hace no mucho tiempo en un mensaje que envió a todos sus empleados que en la compañía no habrá este año incrementos salariales ni ningún tipo de bonificaciones extraordinarias para ningún empleado, al tiempo que advirtió a los directores generales y gerentes zonales de las distintas áreas, que sus sueldos se recortarán aproximadamente un 20%.
Todas estas medidas ya comenzaron a tomarse y continuarán durante todo el 2.009 en el marco de un plan de lucha muy agresivo para hacer frente a los efectos negativos que se producen en la economía venezolana como consecuencia de la crisis económica global que está afectando a la mayoría de los países del mundo.
La medida afecta a casi 75.000 empleados que trabajan en PdVsa. Ramírez, que al mismo tiempo es ministro de Energía del Gobierno de Hugo Chávez, les aclaró a los dirigentes sindicales que este nuevo recorte salarial no será total y casi no tendrá incidencia en las remuneraciones de los obreros y empleados de ingresos más bajos.
Indicó que sobre todo se está buscando redireccionar la gran cantidad de dinero que la Empresa eroga mensualmente en materia de salarios, de forma tal de no tener que provocar un excesivo aumento del número de parados y de conservar el empleo para la gran mayoría de la plantilla de trabajadores de PdVsa.
Esta difícil situación comenzó cuando se derrumbó el precio del crudo durante el último cuatrimestre del año pasado, aunque en ese momento el presidente Chávez dijo que Venezuela “estaba blindada” ante esa contingencia y la crisis mundial en general, asegurando que su país continuaría con los planes en pos de la revolución socialista “aunque el petróleo llegue a cero dólares por barril de casi 160 litros”.
Evidentemente sus declaraciones grandilocuentes han debido ser revistas, y ahora el ajuste llega, como en la mayoría de los casos en todo el mundo, por la zona más débil de la cadena de comercialización: el salario de los trabajadores, lo cual no se condice mucho con el espíritu socialista que se pretende imprimir a la gestión del actual presidente.
Habrá que esperar el curso de los acontecimientos, para ver la reacción de los trabajadores venezolanos y que tanto éxito tienen estas nuevas medidas económicas tomadas por el gobierno de esa nación latinoamericana.