Las buenas noticias que durante cuatro meses venían anunciando una caída en el índice de paro en España llegaron hasta aquí.
El ministro de Trabajo Valeriano Gómez, en recientes declaraciones periodísticas a las principales cadenas españolas, anunció que el desempleo volverá a subir en el mes de agosto de acuerdo a los datos que maneja la cartera a su cargo. La subida será menor a la del mismo mes del año pasado, cuando se incrementó en poco más de 61.000 personas, y la causa principal se la atribuye a ciertas “prácticas empresariales” por las que se rescinden contratos y volver a darlos de alta al mes siguiente para no tener que pagar las vacaciones del empleado.
A pesar de que agosto es un mes tradicionalmente bueno para el empleo, el ministro recordó que estas “prácticas” ya llevan más de diez años dando lugar a malos resultados en el citado mes. Las cifras corroboran los dichos de Gómez, ya que fue el año 2.000 el último en el que el paro bajó en el mes de agosto. Desde entonces nunca más los datos fueron positivos de acuerdo a las estadísticas del paro de las oficinas de empleo españolas.
Textualmente Gómez se refirió al tema diciendo que «se suele aprovechar agosto para rescindir contratos y volverlos a hacer pasado el mes. Es una forma de obtener el pago de las vacaciones a costa del Servicio Público de Empleo. Son prácticas perseguidas y cada vez más controladas», aseguró el ministro tratando de justificar una nueva caída del empleo después de la tibia recuperación del último cuatrimestre.
Refiriéndose al acuerdo para mantener la moderación salarial hasta el año 2.014, Gómez se mostró confiado en que los agentes sociales van a alcanzarlo después de arduas negociaciones aunque, en la línea del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió con vehemencia un gran pacto de rentas, en el que además de moderarse los salarios se moderen los beneficios empresariales y los márgenes de ganancias de las cadenas de distribución.
Para Gómez si todos no colaboran sacrificando parte de sus pretensiones, el modelo de precios español va a seguir separándose sistemáticamente del resto de los países de la región, provocando que los crecimientos salariales nominales sean cada vez mayores.
Finalmente el ministro afirmó textualmente que «al final, legítimamente, los trabajadores dirán que por qué son ellos los únicos que colaboran en el proceso».