La banca de España volvió a subir la cantidad de créditos de dudoso cobro en el mes de noviembre del 2.011, incluso a un ritmo mayor al de los meses anteriores, legando al 7,5%.
Con este nuevo avance de la morosidad, ésta cierra su octavo mes consecutivo al alza de acuerdo a los datos oficiales del Banco de España. En octubre la tasa de morosos había sido del 7,42%.
Para encontrar un mes de morosidad superior a la de noviembre hay que retrotraerse a noviembre de 1.994, cuando llegó prácticamente a rozar el 8%. De cualquier forma, todo el sector financiero estima que durante el 2.012 el nivel del 8% se rebasará en varias oportunidades por las dificultades para dejar atrás la crisis, la falta de financiación y el inminente peligro de una nueva y larga recesión.
En el penúltimo mes del 2.011 los Bancos acumulaban poco más de 134.000 millones de euros en la cartera de dudoso cobro sobre un total de crédito de 1,78 billones de la moneda común. Esta cifra representa una subida de 6.600 millones frente a octubre, aunque en un marco de mayor liquidez.
Pero lo cierto es que cada vez hay más dinero difícil de recuperar, y en este contexto el crédito impagado en noviembre subió un 28% en tasa interanual frente al mismo mes del año anterior. En los meses precedentes, la subida había sido del 27, 26 y 24%.
Recordemos que en noviembre fue intervenido el Banco de Valencia ante sus crecientes dificultades financieras. Esta entidad estaba bajo “el paraguas” de Bankia, la entidad que surgió de la integración de varias cajas como Caja Madrid y Bancaja.
El Banco de Valencia tenía activos “problemáticos” de unos 4.000 millones de euros, el 18,5% del total. Y de estos créditos con problemas serios de pago, ya los morosos estaban incluidos en las estadísticas del Supervisor. Este caso fue muy comentado porque fue el primer Banco nacionalizado y la primera entidad cotizada que tuvo este fin desde el inicio de la crisis en el 2.008.
Los créditos dudosos son los acumulan tres o más meses de impago, y están subiendo constantemente desde el estallido de la burbuja inmobiliaria hacia fines del 2.007.
En el último año sólo lograron bajar un mes, en marzo del 2.01, pero la realidad demuestra que ese mes fue una mosca blanca dentro del panorama financiero español.