En estos momentos de la economía de España, inmersa en la crisis más grande de su historia, y con todas las vías de ingresos tradicionales al menos temporalmente cerradas por la recesión, el sector financiero español sólo tiene como única fuente de ingresos un dramático recorte de costes.
Un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) que lleva la firma del conocido catedrático de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos asegura que todavía se puede recurrir a las fusiones, las que ya achicaron en forma contundente el sector de las Cajas de Ahorro que pasaron de 45 a 15, para poder así generar reservas con las que se pueda hacer frente a saneamientos todavía pendientes y subir el recorte de gastos.
Pero este recorte de gastos implica inevitablemente menos oficinas y más despidos. Desde el mes de setiembre del año 2.008 se han cerrado alrededor de 5.500 sucursales, al tiempo que la plantilla de empleados se redujo en casi 13.300 personas.
Y en su forma de ver las cosas, Maudos plantea que, acorde a la presente situación del sistema financiero español, aún se podrían cerrar alrededor de 1.400 oficinas más, sin tener en esta cifra en cuenta la disminución de locales de atención a consecuencia de las nuevas fusiones qwue eventualmente se efectivicen.
El informe de Maudos fue copresentado por Carlos Ocaña, el director general de Funcas y ex secretario de Estado de Hacienda. Ocaña afirma en el informe que es imprescindible un saneamiento en mayor medida al activo del que en estos momentos dudan todos los mercados financieros. Además debe solucionarse a la brevedad el tema de las viviendas y suelos con los que debieron quedarse los Bancos y Cajas por los impagos provenientes de la crisis, amén de los créditos vinculados a la actividad inmobiliaria.
Esto seguramente le permitiría a la banca poner un precio mucho más bajo a sus actuales activos, con lo que muy probablemente se reanimaría el mercado inmobiliario.
Maudos manifestó su acuerdo con el plan del Gobierno de Mariano Rajoy de exigir al sector financiero 50.000 millones de euros más en provisiones para hacer frente a las pérdidas potenciales, pero al mismo tiempo solicitó un detalle de las vías de financiación ya que las fusiones y los beneficios obtenidos pueden no ser suficientes.