El actual presidente de CEOE, Juan Rosell, hizo el martes pasado comentarios elogiosos acerca de la reforma laboral aprobada por el gobierno. El hecho de que esta reforma abarate y facilite el despido y dé más facilidades a las empresas a la hora de modificar las condiciones de trabajo de sus empleados, reducirles el sueldo o incumplir el convenio firmado de producirse alguna dificultad, es para Rosell un “paso adelante” en la recuperación de España.
Rosell estuvo de acuerdo con los sindicatos en el hecho de que esta reforma no va a crear empleo, pero sí intentará oxigenar y clarificar el mercado laboral español para después sí abocarse a la creación de nuevos puestos de trabajo.
Es curioso el hecho de que Rosell aparentó desconocer el contenido de la reforma y la evolución de los resultados empresariales cuando descartó la posibilidad de que haya muchas grandes empresas que puedan comenzar a “despedir barato” con la nueva Ley.
El presidente de CEOE aseguró que no es cierto que un tercio de las empresas del Ibex pueda ya despedir barato, ya que más de la mitad de ellas tienen actualmente ganancias. Y aunque el argumento parece a priori bastante absurdo, en realidad todas las empresas del Ibex están en beneficios, lo que no impide que puedan acogerse a la nueva regulación laboral.
Al parecer Rosell se refería sin demasiado conocimiento a una información publicada el martes pasado por un periódico español que no trataba de las empresas del Ibex sino del conjunto de las empresas cotizadas. Esta información señalaba que alrededor de un tercio de ellas podían acogerse ya a la nueva regulación del despido. Pero para eso no hace falta que la empresa esté en pérdidas, sino que haya acumulado tres trimestres consecutivos de caídas de ventas.
A pesar de lo que parece que piensa Rosell, ya hay no menos de 11 compañías cotizadas que encadenaban tres trimestres consecutivos de caídas interanuales de ingresos aún antes de que comenzara la nueva recesión. Y hay muchas más si lo que es tenido en cuenta son las cifras de sus filiales españolas.
A este preocupante panorama se deben unir las que están en pérdidas o acumulan dos trimestres de caídas, suficiente como para poder hacer uso de las medidas de flexibilidad interna.
Se calcula que hay en total más de 40 grupos empresariales en una u otra de estas situaciones planteadas.