Como lo hace habitualmente cada cierto período, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer a través de su Secretario General Donald J. Johnston su parecer acerca de la marcha de la recuperación que lentamente va experimentando casi todo el mundo después de la crisis económica global que comenzó a fines del 2.008.
Y esta vez la OCDE aseguró que según sus proyecciones económicas, podría producirse un punto de inflexión en el ritmo de la recuperación dentro del próximo semestre. Afortunadamente para España las proyecciones no varían, lo que deja un cierto margen de maniobras dentro de un panorama para nada claro y en cierta forma desalentador.
De acuerdo al indicador compuesto del organismo, la media económica mundial que fue calculada en agosto y que da las pautas de cómo presumiblemente permanecerán en el semestre siguiente las economías de los treinta y seis países que la componen, treinta de ellos desarrollados y los otros seis las principales naciones emergentes, se reduce comparándola con la del mes de julio en el cuarto mes consecutivo sin ninguna clase de avances.
Después de dos meses sin que se produzcan cambios significativos, el dato que se dio a conocer en agosto deja al guarismo que fue dado a conocer en mayo como el de máximo valor desde que los indicadores de la OCDE indicaron hace exactamente un año que se había producido en líneas generales la salida de la crisis global.
Sin embargo, en el caso particular de España los indicadores del organismo internacional no registran caídas, por lo que estas predicciones no muy favorables no afectarían la incipiente recuperación de la economía española.
Según la OCDE, dentro de un semestre los indicadores de crecimiento de la economía en España va a mostrar el mismo ritmo que en la actualidad y que el mostrado en julio pasado.
Recordemos que ese nivel fue el más alto registrado para la economía españolas desde agosto del año anterior. Estas predicciones permiten a las autoridades españolas todavía cierto margen de maniobras como para mejorar en función de lo que suceda de aquí a marzo del año entrante.
También debe destacarse que el indicador “interno” de las autoridades económicas de España es un punto superior al que pronostica la OCDE, ya que frente al 102,9 de media que se vaticina, el índice español se ubica en torno al 103,9, con lo cual también se ubica, esta vez por dos décimas, al que registró en agosto el conjunto de la economía de la Eurozona.
Recordemos que la barrera de los 100 puntos es la que separa la recesión del crecimiento en términos absolutos.