Recientemente el Banco Central Europeo dio a conocer las modificaciones que realizó en las previsiones con respecto a los niveles de crecimiento, recesión, y otros parámetros durante el transcurrir de esta crisis económica a nivel global.
El nivel de la recesión en la Eurozona fue revisado y aumentado a casi el 5% entre enero y marzo de este año con respecto al mismo período del 2.008.
Lo concreto es que casi todos los parámetros de crecimiento fueron revisados por la institución presidida por Jean Claude Trichet, y las previsiones se modificaron en forma muy fuerte hacia la baja.Estas modificaciones son hasta el momento válidas para lo que resta del 2.009 y el 2.010.
Sin embargo, el BCE no modificó los tipos de interés, que quedaron en el 1%, un valor históricamente bajo, puesto que sus autoridades, según palabras del propio Trichet, consideran que están “en el nivel adecuado”.
En Marzo se había previsto una caída del PIB de los países de la zona euro que rondaría en promedio el 2,7%, y ahora dicen que esta caída podría oscilar en valores entre 4,1 y 5,1%, según los países.
Se pasó también de un pronóstico de estancamiento de la actividad económica para el año próximo a una posible caída de casi el 1%. La Eurozona puede llegar a crecer económicamente recién en el segundo semestre del 2.010, pero como vendrá de un prolongado período de datos negativos, la situación recién allí comenzará a acercarse al nivel cero.
Entre los líderes europeos, las críticas más fuertes hacia las medidas adoptadas por los Bancos Centrales en general y por el BCE en particular provinieron de la Canciller alemana Ángela Merkel, que sostiene que este tipo de medidas pueden desembocar en una espiral inflacionaria que obligarían a los gobiernos de la región a poner en marcha “la máquina de emitir dinero”.
De cualquier modo, llegado el momento Merkel respaldó la decisión de no modificar los tipos de interés y la independencia de decisiones del BCE.
Trichet defiende a ultranza la libertad de accionar del BCE, afirmando que los tipos de interés no se modificaron ni en el 2.004 ni en el 2.005, cuando varios países querían primero que los bajaran y luego que los subieran.
Finalmente, el Presidente del BCE anunció que la entidad comprará bonos garantizados por unos 60.000 millones de euros tanto en el sector primario, es decir nuevas emisiones, como entre los ya existentes en el mercado.