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La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) cree que Latinoamérica no está en las mejores condiciones como para competir en el mercado internacional de hidrocarburos, por ser pocos los países de la región en condiciones de exportar crudo al mundo. De cualquier forma destacó la importancia de conocer la real demanda del mercado para ver cómo se la puede cubrir de la forma más adecuada posible.
Néstor Luna González es el Director de Planeamiento y Proyectos de la Olade, y considera que en condiciones de exportar significativamente se encuentran México, Brasil y Venezuela, mientras que en el específico caso del gas natural es Trinidad y Tobago quien está desempeñando un papel muy importante en las exportaciones de la región.
Luna González participó hace pocos días en una conferencia de prensa donde brindó datos acerca de la celebración del 12º Foro Internacional de Energía que se desarrollará en Cancún, en el Caribe mexicano.
El funcionario hizo un somero repaso sobre la situación de varios países latinoamericanos en materia de recursos energéticos.
Sobre Venezuela, el principal productor de petróleo de América Latina, afirmó que es una pieza fundamental ya no en la región sino en el mundo todo en cuanto a recursos, y va en camino de conocer perfectamente su potencial y su capacidad de negociación a nivel planetario, sobre todo en estos tiempos de crisis global.
Y la sorpresa fue que se refirió a Bolivia, una nación no demasiado tenida en cuenta hasta el momento, afirmando que está emergiendo con mucha fuerza en la región y que ya firmó un convenio para proveer de gas natural a la Argentina y a Uruguay, convenio del cual saldrá sin dudas ampliamente beneficiado.
Por ahora Bolivia sólo vendía gas natural a Brasil, pero ahora su capacidad exportadora le permite ampliar sus ventas a sus vecinos con obvios beneficios económicos.
El Foro Ministerial que se está llevando a cabo esta semana buscará un nuevo direccionamiento político.
El mero hecho de que estén participando del mismo la gran mayoría de los ministros de energía de Latinoamérica implica que las decisiones que se tomen sean tomadas como base para la política energética de los próximos años en toda América Latina.