Los bancos que quieran cortar el grifo del crédito a las pequeñas y medianas empresas no podrán hacerlo de buenas a primeras. El Gobierno ha establecido un sistema de preaviso por parte de las entidades de crédito de, al menos, tres meses. Así se recoge en el anteproyecto de Ley para el Fomento de la Financiación Empresarial, cuyo objetivo es hacer «más accesible y flexible» la financiación a las pymes.
Según ha explicado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en rueda de prensa, la intención de estas medidas es «facilitar flujos de financiación alternativa y diferentes a la bancaria». El titular de Economía ha señalado que las entidades de crédito estarán obligadas también a «proporcionar de forma gratuita» información específica sobre la situación crediticia de aquellas pymes cuya financiación vaya a ser cancelada o notablemente reducida para que puedan trasladar «toda su información financiera a otra entidad».