La subida de los precios parecería a veces no encontrar techo. Y ahora, con el comienzo de la temporada de verano, e impulsados sobre todo por las subidas en lo que concierne al turismo y al cambio de temporada en las tiendas de ropa, que implica un fuerte encarecimiento de los valores, la subida de precios tuvo como consecuencia una inflación del 1,2% en el mes de abril frente al mes inmediatamente anterior, es decir marzo de este año.
Y frente al mismo mes de abril pero del 2.010, el índice inflacionario subió un 3,8% de acuerdo a los datos oficiales dados a conocer por el INE hace unos días. Ya se hacen apuestas para ver qué sucederá el mes próximo.
El turismo, dentro del rubro de “ocio y cultura” subió un 1,5%, mientras que la ropa, en el rubro “vestido y calzado” tuvo una subida récord del 9,6%.
También el alza del petróleo contribuyó con una subida del 1% en el rubro “transportes”.
El Gobierno trató como siempre de explicar la preocupante situación a través de un comunicado del Ministerio de Economía que dice textualmente que “abril es tradicionalmente un mes con alzas mensuales pronunciadas por la Semana Santa y el cambio de temporada en la vestimenta”.
Ahora se ha presentado una novedad, ya que los alimentos tomaron el relevo de los transportes para justificar el persistente y constante avance de la inflación, la que les dio una sorpresa a todos porque se suponía que después del primer trimestre iba a comenzar a desacelerar y bajar, cosa que obviamente no ocurrió.
Los alimentos subieron en promedio un 2,2% y contrarrestan en la tasa interanual a los carburantes.
Pero continuando con los datos que traen preocupaciones, la inflación subyacente, que es aquella que excluye a los alimentos no elaborados y a los productos energéticos por su alta volatilidad, subió 0,4% en abril con respecto a marzo para ubicarse en el 2,1%.
Este avance es en sí un serio problema para sacar del atolladero el consumo de las familias, que sigue con su atonía como desde hace ya muchos meses, al reducir las rentas hogareñas y obligar a esfuerzos extras y no siempre alcanzables al momento de llenar la canasta de las compras.
De cualquier forma, desde Economía se sostiene sin mucha convicción que este aumento «mantiene la tasa interanual moderada que se ha ido observando en los últimos meses en los componentes que están menos sujetos a la volatilidad de los mercados internacionales».