Finalmente sucedió lo que muchos vaticinaban. Después de casi doce horas de febriles reuniones, a las seis de la mañana del pasado jueves el Gobierno de España, la patronal y los sindicatos dieron por terminadas las negociaciones que intentaban consensuar los términos de la tristemente famosa reforma laboral española.
Pudo suponerse en un momento que la duración del encuentro presagiaba un posible acuerdo que finalmente no se concretó.
Pero las irreconciliables diferencias en varios puntos considerados claves como por ejemplo los concernientes al tema del despido echaron por tierra las esperanzas de alcanzar algún tipo de concordancia.
Tanto voceros gubernamentales como el presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán coincidieron en que las causas para poder llevar adelante un despido procedente y la magnitud de las indemnizaciones fueron escollos insalvables a la hora de intentar llegar a algún acuerdo, aunque más no fuera en estos puntos.
El miércoles pasado los responsables de la patronal y los sindicatos recibieron sendos documentos con las principales propuestas laborales propiciadas por el Poder Ejecutivo, pero parece que nada de eso surtió efecto.
Ahora, con el fracaso de las negociaciones ya oficializado, el Gobierno va a citar por separado a los otros dos sectores para establecer esta vez una ronda de consultas, no negociaciones, acerca del decreto que ya lleva semanas preparando ante la posibilidad ahora concretada del no-acuerdo.
Estas rondas de consultas se harán sobre la base del documento final elaborado por las autoridades del Ministerio de Trabajo y la idea es que este documento pueda ser aprobado en el Consejo de Ministros que se desarrollará el próximo miércoles 16.
No es un dato menor que ante la falta de acuerdo y la necesidad del gobierno de aprobar la reforma por decreto, esta aprobación no está asegurada por la falta de mayoría parlamentaria del gobierno.
La maratónica sesión en la que se produjo el fracaso final fue presidida en la sede del ministerio de trabajo por el titular de la cartera Celestino Corbacho y el Jefe de Gabinete de La Moncloa, José Enrique Serrano.
Los principales líderes sindicales asistieron a la reunión, tal el caso de Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, y por CEOE asistió su presidente Gerardo Díaz Ferrán.
Lo concreto es que las semanas pasan y la reforma no termina de tomar su forma definitiva.
No debe olvidarse que el tema laboral es acuciante en estos momentos en España, a punto tal que podría considerarse casi un cuello de botella para que el país pueda remontar la difícil situación por la que atraviesa.