La agencia de calificación crediticia internacional Standard & Poor’s emitió un comunicado en el que expresa que está “siendo generosa” con la calificación que le coloca a la deuda de España en comparación con el resto del mercado internacional, al asignarle a ésta una A, que es equivalente a cinco escalones por debajo de la nota máxima.
Considera que, en realidad, actualmente a la prima de riesgo española le correspondería directamente una calificación a nivel de “bono basura”.
Myriam Fernández de Heredia, la directora general de ratings soberanos para Europa y África de S&P, afirmó en el transcurso de una entrevista a medios televisivos que en realidad, los “ratings implícitos” derivados de la prima de riesgo de la deuda española en el mercado internacional corresponderían a una calificación que estaría por debajo de los niveles de inversión, o lo que es lo mismo que decir que estarían en la categoría de bonos basura.
Para Fernández esta verdadera calificación implícita estaría situada alrededor del rango BB, o sea hasta seis escalones por debajo de su actual calificación.
La deuda española fue una de las nueve cuya calificación en la zona euro fue rebajada hacia mediados de enero. Y la explicación textual de la directora de S&P fue que «revisamos a la baja nuestra evaluación del riesgo político y también nuestra evaluación del riesgo exterior, porque España está muy endeudada frente al exterior, sobre todo a corto plazo», y esto le juega definitivamente en contra de su posición en el concierto general de la economía mundial.
S&P cree que el hecho de que los mercados e inversores prácticamente no hayan reaccionado a la rebaja de las calificaciones es debido a la diferencia existente entre la calificación que ellos mismos asignan y la implícita en los precios reales del mercado. Así es que considera “racional” que sus decisiones hayan tenido poco impacto.
La directiva considera que en estas semanas los mercados de deuda internacionales están dando unos precios, es decir unas primas de riesgo, que corresponden a unos ratings muy por debajo de los tenemos realmente, inclusive después de la rebaja de las calificaciones.
En España el rating implícito de las primas de riesgo que ahora mismo está pagando el país es el correspondiente a una BB, unos seis escalones por debajo del actual nivel de calificación que le asigna la calificadora de riesgos.