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José Luis Rodríguez Zapatero dijo que «No hay nada más importante que la necesidad de que acertemos en las decisiones» para afrontar esta crisis.
Los parados superan todas las expectativas del Gobierno. El mandatario solicitó que el trabajo sea como «el cauce de la integración social».
Las prestaciones por desempleo incorporarán la friolera de 1.500 millones de euros, sin afectar los sueldos de los funcionarios y la inversión estimulante del empleo.
Si se compara con los datos de prestación por desempleo, la importancia de esta medida queda empequeñecida. La cifra se puede aumentar significativamente durante 2009, porque el aumento del paro ha sido exponencial. Ha crecido 50% con respecto al año anterior, en el mismo mes.
«Aún no hemos tocado fondo», declaró el presidente del Gobierno. «Podemos anticipar que España está en recesión en el último trimestre del año pasado» y agregó que «es en el mercado laboral donde la crisis muestra su faz más negativa e inquietante».
Zapatero ha denunciado los efectos sobre «ciudadanos de todo el mundo» de la mala regulación de los mercados.
El presidente reconoce que resulta «arriesgado predecir con precisión cuándo empezaremos a ver la luz al final del túnel». «Hay razones para pensar que estamos atravesando los peores momentos de la crisis», dijo optimista el funcionario.
Mariano Rajoy, líder opositor, ha preguntado al presidente «¿Quién es ahora el apocalíptico?», con referencia a la situación descrita. «¿Hasta dónde tiene que llegar la cifra de parados para que cambie su política?».
Sobre su anuncio de recorte presupuestario, Rajoy ha reprochado que «podría haberlo hecho hace tres meses cuando presentamos una enmienda» y agregó «que lo hicimos y su grupo votó que no».
El líder opositor ha criticado el plan de inversión municipal por «carísimo» y hasta ha acusado a Zapatero de «aumentar el gasto irresponsablemente».